sábado, 30 de julio de 2011

Colateral

Maldigo aquel día, aquel año. Me gustaría poder viajar a través del tiempo, huir de aquel 1983. Tiembla el cuerpo que ya no tengo. El que una vez también tembló de frío. La carta llegó; apenas entendía del asunto, pero el requisito era urgente. Allá afuera se desataba la guerra. Si hay algo que recuerdo era la silueta de mi madre, borrosa a través del empañado vidrio del camión del ejercito. No veía su rostro desde aquella distancia, pero sabía que sus ojos estarían mojados, que su corazón estaría extrañando a un hijo, que creía, ya había perdido. No quería admitirlo, no dejaba que mi rostro reflejara mis emociones: tenía miedo. Después de unas pocas explicaciones y de unas informaciones que luego resultaron falsas me subí al avión. Pasaban las horas, me acercaba al destino, comenzaba a sentir el frío. Los bombardeos aletargaban mis oídos, los ensordecían; me hicieron creer que ya era un hombre, pero aún encerrado en un cuerpo infantil. Mi cara se contaminaba con aquel suelo que hace cuestión de años había sido virgen. Intentaba disparar, apretaba el gatillo, apuntaba a la nada. No estaba preparado para aquella misión. Ni yo ni mis compañeros. Mi madre y las suyas no estaban tampoco preparadas para pasar por aquel dolor, el que se acrecentaba con el paso de los días. Un Inglés me dejó tumbado en el suelo. Quería comprender que estaba pasando ¿Acaso no fui lo suficientemente fuerte como para afrontar esta situación? ¿Había sido tan cobarde y ahora mi madre velaría por un hijo cuyo cuerpo no era más que en trozo de hielo? ¿Tenía que juntar ánimo? Pero, ¿de donde?

Mis ojos se despidieron del cielo, mi cuerpo del frío clima. En ese instante comprendí que yo no era más que un daño colateral, un precio que el país debía pagar para lograr la soberanía sobre aquellas islas que nos pertenecian: las islas malvinas.

jueves, 21 de julio de 2011

Feliz Día

Me gusta saber que tengo personas que me acompañan en todas las situaciones. Al menos me gusta creerlo. También me gusta cuando sus voces tenues opacan los más fuertes de mis gritos, solo por que ellos me hacen entrar en razón. Me gusta cuando me extienden su mano, me ayudan a llegar alto, me dicen cosas lindas. No hay nada que prefiera a reirme con ellos. A veces me gustaría disfrutar cada instante al máximo, pero no siempre puedo. No me gusta enojarme, ofenderme (aunque entre nos sabemos que los amigos no pueden pelearse). A pesar de que sea un día comercial quiero que sepan que los quiero mucho que forman parte de mi vida y eso los hace muy importantes para mi. Me gustaría decirles que voy a estar siempre y siempre es un tiempo largo.

Los amo amigos, ayer , hoy y mañana. No creo que sea necesario que exista una fecha para decírselos, tenemos 24 horas al día, 365 dias al año para comentarles lo indispensable que resultan para nosotros, pero simplemente me gustaría recordarselos.
Sepan que conmigo, cuentan con un oído presto a escucharlos y un alguien dispuesto a ayudarlos, hoy y siempre.



domingo, 17 de julio de 2011

Cry

Me duele. El sabe que me duele pero no hace nada. A veces me pregunto si disfrutará mi dolor. ¿Gozará mis gritos? ¿Se deleitará con mi lagrimas? Ahora lo miro de soslayo, mi mirada húmeda lo ve riendo. Sus carcajadas cómo balas de goma impactan contra mi ser. Veo la sangre dispersarse por mi cuerpo. Las heridas a flor de piel. Las manos fruncidas.

Mis ojos llorando, otra vez.

miércoles, 13 de julio de 2011

Verde, amarillo, rojo, azul,blanco y naranja.

Crack, crack, crack.
Las piezas cambiaban de lugar de forma aleatoria. Verde, amarillo, rojo, azul, blanco,naranja.
Crack, crack, crack.
Las piezas comenzaban a coincidir, se alineaban, los colores tomaban forma.
Crack,crack,crack.
Un movimiento asi, otro asá y ya estaba.

Por primera vez, había armado el cubo!

martes, 12 de julio de 2011

Seven

Por un momento mi cuerpo consumió toda mi energía. Se la apoderó por completo.Mi ser estaba cansado, exhausto. Ya no podía ni moverme. Trataba buscar fuerzas por los recónditos lugares de mi organismo, mas así encontré solo fatiga. Más fatiga. Mas cansancio. Tenía sed. La garganta me picaba. Mis pulmones estaban cansados de tanto respirar que por un instante creí que dejaría de hacerlo... Quería que todo se acabara. Terminar mi tarea. Conté los pasos, los segundos, las vueltas. El movimiento de mis piernas ya me parecía sistemático. Quería dejar de pensar. Concentrarme en terminar. Eso quería, quería terminar.

Luego de 17 minutos, mostré una sonrisa, algo débil. Me encaminé hacia la profesora que descansaba plácidamente en un rincón contra la pared (que envidia le tenía!):

PROFESORA, TERMINE LAS 7 VUELTAS !

Sí, la tortura había finalizado !

sábado, 9 de julio de 2011

I don't know but it hurt's

Querido diario:
Siento que estoy enloqueciendo. Me duelen las piernas. Me duelen los brazos. Me duele el cuerpo tanto que ya no lo siento. Ya no siento el dolor. Ya no siento el alma. Ya no siento eso que creí que tenía. No siento mi boca, mis labios. . Me alejo de la realidad. Tanto que ahora siento que estoy desvariando. Deliro. Ahora un sudor húmedo me recorre el cuerpo dejando huellas por mi frente, mi cuello. Mis ojos estan húmedos, pero no estoy llorando. Mi frente hierve. Giro. Busco una posición más cómoda, pero no la encuentro. Quiero por un segundo estar a gusto conmigo. Encapsular el dolor. Dejarlo ahi, expectante para querer salir y volver a lastimarme.
Ahora escribo con los ojos cerrados. Busco descansar. Busco sueños, al fin los encuentro.

viernes, 8 de julio de 2011

Y que pasa si...?

Algunos dicen que la realidad duele, ¿o será nosotros que le dolemos a la realidad?
Pero entonces, ¿la realidad es mala? ¿y si es mala debemos renunciar a ella y vivir de los sueños?
¿Y qué si no tengo sueños? ¿En dónde se compran? Mas aún, ¿Qué es un sueño? Tener un trabajo, una familia, ¿eso es un sueño? ¿ y a donde voy para que los sueños se hagan realidad? ¿A Disney? ¿ Y que pasa si..

jueves, 7 de julio de 2011

Jaque Mate.

Sus brazos burdos la rodearon. La hicieron su prisionera. La dejaron a su merced. Seducida por la idea de abandonar el mundo, al menos por una fracción de segundos, ella contiúo el juego. Ella se reía. Inducido por su risa jocosa el también comenzaba a reirse. Ahora la joven se preguntaba a que estaban jugando ¿Debería abandonar la partida? ¿ Jugar hasta el jaque mate? ¿Esperar que su reina cayera? El le miraba la boca. Ella decidió arriesgarse.