No suelo escribir de mi vida en este blog. O al menos no directamente. Juego a ser escritora y creadora de personajes y fantasías, que quién diría, existen de alguna forma dentro de mi. Reflejo mi vida en personajes que sienten o piensan un poquito parecido a mi. A veces miro fotos y me inspiro en ellas. Las deformo en una publicación que deja que desear, pero sirve para desarrollar mi costado artístico. Pero no solo escribo, a veces dibujo. Pero lo hago mal, me gustaría aprender. En el verano me decidí (entre otras cosas) a empezar dibujo y pintura. Me gusta la idea de hacer muchas cosas, y más en el verano, cuando el tiempo sobra y las ganas de hacer algo también. Incluso, alguna vez quise hacer porcelana fría. Tengo todavía falsos intentos de perritos, florcitas y ratones guardados en un cajón de mi armario. También tengo patines y un palo de hockey. Tengo un violín, pero todavía no desarrollé a la violinista. Pero me tengo fe: en 7 años, ponele, voy a tocar bien. Pero bueno, resalto lo de tengo fe, porque mientras hay vida hay esperanza. Bueno, no se bien que quise decir con eso. El punto ( o la línea) es que soy una persona hiper-activa, hiper-ansiosa, hiper-alegre (cuando me conviene serlo), hiper-enojona, soy hiper todo. Soy tan hiper que descuido los detalles menores. Aquellos detalles menores son mi talón de Aquiles. Y yo no soy una persona que disfrute de las caídas, pero siempre que me levanto me levanto con estilo porque soy re diva. Bueno, no. Esto se esta yendo de mis manos. Es un poco diferente a lo que escribo siempre. Tal vez aqui refleje un poco más de mi. Al menos ahora mis lectores de Alaska (?) saben más de esta persona loca que dice que todavía se escuchan las risas y que tiene una dirección de blog pueril. Tengo más historias en mi placard, tengo juegos de mesa, tengo pinturas y también tengo la poca dignidad que me sobrará, después de publicar esta entrada.