Llegué. O al menos eso creo.
Pero como estar segura de a donde llegue? A mi casa? O es otro destino más de este interminable viaje? Veo tras la ventana la bruma malva del crepúsculo que me dice que terminó todo. Al menos por hoy. Será la hora de descansar y dejar que nuestros sueños nos eleven, a algún lugar distante lleno de regocijo y felicidad, en donde las nubes ingrávidas, la tenue brisa y los árboles danzarines de algún bosque me relajen y serenen. A donde el cielo diáfano se funda con el verde único de la tierra. Donde el río siga sonriendo al compás de un ritmo indescifrable.
Pero aún asi recordar que es solo un sueño, una proyección, que tarde o temprano debo despertar para continuar mi viaje y asi poder decir que he llegado a mi hogar.