Si se fue, si volvió. No le importa, no lo tiene. O tal vez si, pero de una manera diferente, de una manera que no le gusta porque ya no la mira con esos ojos de perro mojado incitándole al robo de un beso. Ahora él es flor de otra primavera y ella, ella sigue siendo ella. Bueno, tal vez ahora sonríe un poco más, tal vez porque este feliz, feliz sin saber porque, porque a él ya no lo tiene más. Su príncipe se escapó a otro cuento y ahora vive en otro castillo. Otro cuento en el que ella es cenicienta, ella es su propia desgracia, ella es mugre y brillo. Ella es su final, un final en el que la parte de 'feliz' esta de más.