Y...no. Si me preguntas eso te voy a responder que no. A lo mejor no te responda. Simplemente me voy a hacer la difícil, juguetear con mis pestañas y reirme como boba para quedar como una chica simpática de final de película barata. Tal vez incluso espere que en el medio de la calle, estando solos los dos, empiece a llover y que vos hagas uno de esos chistes absurdos que siempre me hacen gracia. O a lo mejor no espere nada, porque vos no existís y porque la pregunta tampoco. Porque los sueños no se hacen realidad y por que las expectativas se rompen delante nuestro. Porque la pregunta que soñé que me hacías era si te quería. Porque respondía que no... que no te quería, que te amaba.